La juventud de Niels Bohr, premio Nobel de física, y de su hermano Harald, reputado matemático, transitó en sus inicios entre la investigación y el fútbol. Acabarían inspirando al padre de la bomba atómica, J. Robert Oppenheimer.
“Los hermanos Niels y Harald fueron capaces, como alquimistas aventurados a unir metales preciosos, de juntar fútbol y ciencia. Dos pasiones que alimentaron las sutiles conexiones de cada uno con el deporte que décadas después dominaría ampliamente no solo Dinamarca sino también el mundo“