Oriol Romeu y la ausencia de un 'padawan'
El mediocentro llegará al Barça como una solución de urgencia ante el nulo margen de maniobra culé en el mercado de fichajes.
Viejo conocido y un excelente recurso. Con esas seis palabras bastaría para poder hablar de lo que es y puede llegar a ser Oriol Romeu en el Barça actual. Y aún así, hay un interminable mar de dudas en torno a la presencia del catalán dentro de los planes de Xavi para la próxima temporada. El de Terrassa insistía hace un mes con la necesidad de incorporar un pivote de la más alta categoría, atendiendo a la baja de un excelente mediocentro como Busquets y a la necesidad de cobertura de una posición tan clave en su idea de juego. Aún así, aspirar a algo como lo que soñaba Xavi parecía poco más que una quimera.
Oriol Romeu nació en Ulldecona, Tarragona, en septiembre de 1991. Tras varios años en las categorías inferiores culés y tras su debut en la época de mayor éxito histórico en el club azulgrana, se fue a Inglaterra a tratar de convencer en el Chelsea. Fueron dos las cesiones que lo alejaron de poder triunfar en el equipo ‘blue’, pero reforzaron su experiencia: Valencia y Stuttgart. Aún así, su caballo ganador iba a estar a apenas 100 kilómetros de Londres, en la costa sur de Inglaterra. El Southampton quiso hacerse con este centrocampista cauto, que trataba de mejorar año a año y que parecía poder asentarse como titular en el equipo rayado. En total fueron siete las temporadas en las que el catalán fue clave en los planes del equipo inglés, todas ellas en Premier League.
“Su actual situación económica, unida a la investigación del ‘Caso Negreira’, parece haber afectado a su capacidad para mirar más allá del corto plazo”
El descenso de los ‘Saints’ este verano le pilló lejos, pues antes de comenzar la 22/23 le llamaron de Girona para ser el pivote de Michel. El técnico catalán entendió que la experiencia de Romeu podía ser un eje esencial para su modelo de juego en el equipo del City Group. Tras una campaña en la que el Girona ha sido una de las grandes revelaciones de LaLiga, Michel deberá encontrar otro mediocentro para su idea, pues Romeu ha recibido esa llamada que, casi seguro, no esperaba ya recibir.
En septiembre de 2023 soplará 32 velas en la tarta y lo hará como nuevo futbolista del FC Barcelona. Su rol como azulgrana es una de las dudas que sobrevuelan entre los aficionados del club, sus rivales y los diversos analistas que tratamos de entender su función dentro de la plantilla: ¿Puede ser Oriol Romeu el pivote del Barça de Xavi? ¿Qué rol puede ejercer dentro de una exigencia competitiva como la del club culé? ¿Dará la talla para cumplir con ese salto cualitativo que prometía Laporta a comienzos de verano?
Desde su partida en 2011, Oriol Romeu ha conseguido afianzarse como un excelente mediocentro defensivo, que no sólo ha bebido de la tan valorada formación de la escuela Barça sino que ha sabido subsistir fuera de su endogamia. Eso de que “fuera del Barça hace mucho frío” no parece haber afectado a un jugador que ha ofrecido sus servicios en Inglaterra, España y Alemania, siempre en la élite y con buenos resultados a nivel individual. Sus referencias no pueden ser mejores, siendo una de las mejores muestras de su currículum la temporada que ha completado con el Girona. Como eje de la medular, parece que encaja en la idea y en la competitividad exigida por un Barcelona que busca hoy más el rol y la comprensión del mismo en el presente que mirar al futuro con garantías de éxito.
“Aunque hay posibilidades en la cantera azulgrana que puedan ir apareciendo con tiempo y paciencia, no existe hoy un perfil que pueda recibir de Romeu su testigo cuando la edad o la exigencia superen sus posibilidades”
El mañana, para el Barça, parece muy lejano. Su actual situación económica, unida a la investigación del ‘Caso Negreira’, parece haber afectado a su capacidad para mirar más allá del corto plazo. La cantera va dando sus frutos (casos como Balde o Yamal), pero no siempre se confía al 100% en sus garantías presentes (Akhomach o Nico). Sí llegan y llegarán piezas prometedoras (Vitor Roque o Faye), pero no muchas consiguen afianzarse desde la cantera azulgrana (Julián Araújo o Pablo Torre) y la mirada al mercado parece haber descartado algunos perfiles que encajaban con ese pensamiento proyectado al futuro en esa posición del mediocentro (Fabricio Díaz).
Es ahí donde reside una de las posibilidades más poderosas y donde nace una de las dudas sobre el futuro del equipo culé. Siendo Romeu el jugador que es y habiendo perdido al mejor escultor de tu equipo en ese rol (Busquets), parece lógico pensar en el ex del Girona o del Southampton como una suerte de maestro para la generación que pueda venir detrás. Aunque hay posibilidades en la cantera azulgrana que puedan ir apareciendo con tiempo y paciencia, no existe hoy un perfil que pueda recibir de Romeu su testigo cuando la edad o la exigencia superen sus posibilidades.
En argot ‘friki’, se podría decir que a Oriol Romeu le falta un ‘padawan’ que pueda encontrar el camino del rol de pivote en el club azulgrana, garantizando así que la decisión de llevar al club un perfil como el del jugador tarraconense puede también hacerse con la mirada puesta en el futuro. Ese traspaso de poderes no sólo hablaría de resolver las dudas de hoy, sino también de hacerlo con las que tendrá el equipo en el futuro, sirviéndose de perfiles que puedan surgir o se pudieran incorporar en la disciplina culé, en una temporada en la que la exigencia volverá a ser la misma y en la que se mirará con lupa cada movimiento, victoria o derrota de los de Xavi.